Formamos parte del equipo de igualdad del IES Salvador Victoria, un pequeño centro situado en la comarca del Jiloca dentro de la provincia de Teruel. A continuación, vamos a contar la experiencia educativa que desarrollamos en torno a una jornada reivindicativa, el 8 de Marzo.
Son muchas las circunstancias que confluyen en su germen y realización. Partimos de una carencia traducida en una necesidad, la de problematizar la ausencia de la mujer/mujeres (diversas) en los contenidos que impartimos dentro del aula, en los materiales educativos proporcionados por las editoriales, en nuestro currículum. En definitiva, la urgencia de seguir trabajando hacia la visibilización de mujeres que se conviertan en referentes de primer nivel y no en “referentes-anexo”.
Además, contábamos con un gran trabajo previo elaborado en el mes de marzo del curso 2019/20 por todos los grupos de la ESO cuya exposición pública quedó inconclusa como consecuencia de la situación sanitaria. ¿Qué hacer con todo este material? ¿Cómo darle su justa visibilidad? La solución surge en una de las reuniones del equipo de igualdad, una de esas sesiones en las que el intercambio de ideas, experiencias e impresiones se convierte en actividad frenética. Nos cansamos de repetir en el aula aquello de, varias cabezas piensan mejor que una, y continuamente lo vivenciamos.
Muchas personas antes que nosotras se han propuesto tanto evidenciar la relevancia histórica de las mujeres como transitar desde lo personal hasta lo público mostrando el producto de su investigación y, en este sentido, la obra “The dinner party” de la artista Judy Chicago resulta paradigmática dentro del arte feminista y especialmente inspiradora por sus características. “The dinner party” es una instalación realizada entre 1974 y 1979 en la que sentó a la mesa a 39 mujeres en cuyos platos presentó formas orgánicas vinculadas a los órganos sexuales femeninos, acompañadas de otros 999 nombres de mujeres inscritos en azulejos. Una obra de gran simbolismo con un objetivo central, explicitar la presencia obviada de mujeres notables, vinculado a otros mensajes como el cuestionamiento de la división sexual del trabajo (cuidados, hogar, cocina), la tergiversación de la Sagrada Cena, el cuestionamiento de la división entre artesanía y bellas artes a través de la utilización del bordado y la cerámica, la referencia a las “brujas” medievales o dar una imagen de lo femenino alejada de estereotipos que nos cosifican.
Rápidamente surge la conexión entre el proyecto de Historia del Arte basado en la perspectiva de género (Fuera de los libros de texto) y las posibilidades que ofrece la Educación Plástica, Visual y Audiovisual. Ambas se convierten en nuestras materias matriz a partir de las que generar la emulación de esta obra y una necesaria revisión de la misma. Descubrimos mujeres de gran importancia a partir del conocimiento de una obra artística, de su artista como creadora y de la experiencia plástica personal.
El resultado es una planificación realizada desde la interdisciplinariedad y lo internivelar a través de un trabajo complementario elaborado por distintos grupos. Educación Plástica lo abordó en cuatro grupos de 1º y 2º de ESO con un total de 86 alumnos y alumnas entre los que se incluyen PAI y 1º de PMAR en un contexto de gran heterogeneidad. En Historia del Arte, optativa de 2º de Bachillerato, el condicionante principal fue la ratio reducida con la que se contaba para su desarrollo.
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